El Barrio de Salamanca está
cargado de cultura, tradición, y es por
eso que hoy nos gustaría hablarte de ese otro pedacito de historia que forma
parte de este emblemático sector de la ciudad: El mercado de la Paz.
Historia y tradición
Fue un proyecto realizado en el año 1877, por el afamado
arquitecto Antonio Ruiz de Salces, el mismo que ayudó con varias obras
arquitectónicas como la Biblioteca Nacional y la Puerta del Sol.
Inaugurado en 1882, y siendo
uno de los primeros mercados de aquella época, es el único que, para hoy en
día, sigue estando en pie gracias a su particular construcción original basada
en columnas de hierro fundido asentadas en grandes losas.
Ubicado en el pulmón del selecto barrio de Salamanca, fue
reformado hace unas décadas, con la finalidad de integrar
la clásica estructura de los antiguos mercados municipales, y el diseño moderno
de sus establecimientos, creando un espacio cómodo para la compra de las más
selectas exquisiteces y de productos frescos.
Al mismo tiempo, reforzó su atractivo para los numerosos
turistas que desean visitar y pasearse por un mercado que cumple una verdadera función: unir la historia y la tradición, la vida social y una
cultura gastronómica; parte fundamental e insustituible de la identidad
propia del pueblo de Madrid.
Además de sus productos frescos, sus cerca de 60
establecimientos ofrecen excelentes muestras de comercios y servicios que se
encuentran en el sector, y Jurucha está siempre presente, ya que todos los
ingredientes para nuestras preparaciones son adquiridos en este maravilloso
lugar.
Este mercado perfectamente
cuidado no deja indiferente a quien quiere visitarlo; no sólo por la calidad de
sus productos, sino por su trato tan cercano y familiar, convirtiéndolo en uno
de los mercados del distrito con mayor popularidad. Sin duda alguna, es uno de
los más emblemáticos de la ciudad que ha mantenido perfectamente una tradición heredada
por generaciones.
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